Claves y diferencias entre el aceite de oliva filtrado y sin filtrar

Claves y diferencias entre el aceite de oliva filtrado y sin filtrar

Puede que alguna vez hayas encontrado en el mercado algún Aceite de Oliva Virgen Extra sin filtrar. Además, en plena moda de lo natural, lo auténtico y sin químicos, esta variedad de aceite ha comenzado a ganar más adeptos. Caracterizado por su turbidez y sabor, se considera el aceite gourmet por excelencia. Pero, ¿sabes qué es un aceite de oliva sin filtrar? ¿Cuáles son las diferencias con el filtrado? ¿Se pueden utilizar ambas variedades para los mismos usos? En este artículo resolveremos todas las dudas.

¿Qué es el aceite de oliva sin filtrar?

El Aceite de Oliva Virgen Extra sin filtrar es aquel que obtenemos directamente de olivas y mediante procedimientos mecánicos y extracción en frío.

Durante el proceso de trituración de la aceituna, proceso fundamental para obtener el aceite de oliva, en el fondo del depósito o del mismo envase, se quedan pequeñas partículas de pulpa, piel y una proporción de agua, que contiene la propia aceituna. Esto se debe, precisamente, porque este aceite no ha sido sometido a ningún proceso de filtrado.

A simple vista, el Aceite de Oliva Virgen Extra sin filtrar presenta un aspecto más denso y turbio a causa, precisamente, de esas pequeñas partes de la aceituna que mencionábamos.

Por otro lado, además de presentar una apariencia menos atractiva que la de los aceites filtrados, los aceites sin filtrar presentan una desventaja: su conservación. En este sentido, la recomendación es que se consuman en un año. Así, aunque cabe destacar que, el AOVE no tiene fecha de caducidad (sí de consumo preferente o vida útil en condiciones óptimas), debemos utilizar las variedades sin filtrar que sean de una cosecha reciente y no tardar en consumirlo más de 12 meses. ¿Por qué? Esto es así porque esos sólidos y pequeñas cantidades de agua sin filtrar, además de aportarnos mayores nutrientes beneficiosos para nuestra salud, se oxidan más rápido. De este modo, pasado ese tiempo, esos posos podrían trasmitir un aroma no deseado – que en ningún caso indica que el aceite esté en mal estado –.

Aceite de oliva filtrado

El proceso de filtrado del aceite de oliva forma parte de la cadena de su producción, desde que se obtiene y recoge la aceituna hasta que se envasa y, finalmente, lo encontramos comercializado con su forma líquida. A diferencia de otros pasos de su elaboración, el filtrado no es obligatorio, pero sí le concede al aceite unas características particulares. Como consecuencia de ello, el Aceite de Oliva Virgen Extra filtrado presenta un aspecto que puede dar la sensación de mayor limpieza y un color más brillante. Pero esto no interfiere en ningún caso con la calidad del aceite obtenido. A su vez, en el aceite sin filtrar encontramos un mayor contenido de vitamina E, antioxidantes naturales y polifenoles que en el aceite filtrado.

Desde el punto de vista organoléptico, aunque las opiniones de externos a veces difieren, podemos afirmar que el AOVE sin filtrar posee un sabor más intenso frente a la variedad filtrada en la que las diferencias de aromas y sabor son muy pequeñas, pues ya se han eliminado esos componentes.

En cuanto a su conversación, el aceite de oliva que ha sido filtrado se mantiene en depósitos de acero inoxidable a una temperatura constante. Esto hace que sus propiedades se conserven mejor, frenando el proceso de oxidación y, por tanto, alargando la vida útil del aceite. Antes de continuar, queremos recordarte y aconsejarte que pongas en práctica estos sencillos trucos para mantener el aceite en buen estado y que conserve todas sus propiedades y beneficios.

Filtrado o sin filtrar, ¿cuál elijo?

Todo depende del uso de desees hacer del aceite de oliva y del tiempo en el que lo vayas a consumir.

La recomendación general es que utilices el Aceite de Oliva Virgen Extra sin filtrar para las preparaciones en crudo, como para aliñar una ensalada, en las tostadas del desayuno, preparar una salsa o para cocinar una crema de verduras, y nunca para elaboraciones a altas temperaturas. Este tipo de aceite aportará un sabor más intenso y diferentes matices a tus platos.

Si por el contrario, deseas emplear el aceite de oliva para cocinar, y no lo vas a consumir tan rápido, te recomendamos que utilices un Aceite de Oliva Virgen Extra filtrado. Esta variedad, aunque carece de densidad y de algunos matices, es capaz de soportar altas temperaturas (hasta 180ºC).

Ahora que ya conoces todas las claves sobre el AOVE filtrado y sin filtrar, solo tienes que escoger aquel que más se adapte a tus gustos y necesidades y convertirlo en el ingrediente de oro de tu dieta. Recuerda que en nuestro recetario encontrarás muchas ideas de platos en los que emplear al aceite de oliva. Además, si deseas completar tu menú, te recomendamos visitar el recetario de La Abuela Marga.