Es de sobra conocido que el aceite de oliva virgen extra es el aceite de mayor calidad, no ya solo en España; sino en todo el mundo. Siempre que puedas, lo suyo es que consumas este tipo de aceite. Entre todos los tipos de aceite, nosotros solamente te recomendamos el de oliva virgen si no tienes a mano un buen aceite de oliva virgen extra, porque el resto no son aptos para consumo humanos (como veremos más abajo), o han sido manipulados de alguna forma.
Tipos de aceite
Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
El mejor de todos, no cabe duda.
Se extrae únicamente utilizando procedimientos mecánicos, y alcanza un grado máximo de acidez del 0,8%.
Pero la acidez no es el único factor que determina la calidad de un aceite, también se encuentran los peróxidos, las ceras o el K270, mediante los que conocemos el contenido de oxígeno en el mismo, la calidad de las condiciones de extracción y el grado de oxidación, entre otras características que los laboratorios tienen en cuenta.
Por supuesto, la intervención del análisis humano es clave también, pues así se determinan las cualidades del aceite.
Aceite de Oliva Virgen
Se extrae igual que el AOVE, pero su grado de acidez se encuentra entre el 0,8% y el 2%, debido a que la calidad de la aceituna con que se produce es inferior.
Sin embargo, puede cumplir perfectamente con los estándares estipulados para su consumo, aunque presentando algún que otro defecto en su sabor.
Hasta aquí los tipos de aceite que recomendamos.
Aceite de oliva lampante
Hecho con el jugo de las aceitunas de peor calidad, tiene una acidez que supera el 2%, además de una gran cantidad de defectos que lo hacen prohibido para el consumo humano. De ahí su nombre, ya que en el pasado se utilizaba mucho para alimentar la llama de las lámparas.
Este tipo de aceite se emplea para producir otros productos dedicados al sector industrial.
Por supuesto, la lista es larga. Pero el mejor siempre será el aceite de oliva virgen extra. Así que no lo dudes, confía en tu marca de referencia y procura no cambiar, la calidad, si es buena, se nota; y si es mala, se paga con mucho más que el dinero.