El olivo y el aceite de oliva: una larga historia que contar

El olivo y el aceite de oliva: una larga historia que contar

En 1879 Thomas Alva Edison mostraba al mundo por primera vez la primera bombilla. Johannes Gutenberg daba con la invención de la imprenta hacia 1450 y el año 1769 James Watt nos presentaba la máquina de vapor. ¿Y el olivo? ¿Sabes cuándo se plantan los primeros olivos? ¿Y cuándo se comienza a producir el aceite de oliva? ¿Cómo llegó y se popularizó en nuestro país? En algunos casos, no podemos responder con absoluta certeza, pero sí que nos podemos aproximar a ello.

En este post te contamos cómo el olivo se ha convertido en un auténtico símbolo de la zona mediterránea y el origen del aceite de oliva como el producto gastronómico por excelencia.

El cultivo del olivo…

es muy probable que se iniciara en tierras del oriente próximo. Aunque también se habla de que esta tradición se pudo iniciar en zonas de Israel, Líbano o incluso Siria.

No obstante, quienes trabajan en esta investigación no llegan a ningún acuerdo en marcar los orígenes de la existencia de tan preciado árbol. Mientras unos opinan que el asentamiento del olivo se estableció en Asia menor, otros manifiestan que se produjo en las islas griegas.

En efecto, los griegos fueron quienes crearon la concepción que tenemos en la actualidad sobre el olivo, otorgando a este árbol la importancia y transcendencia que recibe a día de hoy. Además, fueron los encargados de trazar importantes rutas comerciales por todo el mediterráneo.

¿Sabes qué material utilizaron para hacer la primera antorcha olímpica? Correcto, era una rama de olivo. ¿Y las coronas de los ganadores? En efecto, también estaban hechas a base de olivo.

Así fue entrada del aceite de oliva en España

En el caso de la Península Ibérica, los primeros hallazgos se encuentran en la provincia de Almería, hacia el año 5.000 a.C. No obstante, hay que esperar miles de años hasta su expansión. En efecto, es en el año 1.000 a.C. cuando los fenicios empiezan a comercializar con el aceite de oliva, enseñando a los españoles las mejores técnicas de obtención, así como sus derivados.

Sin embargo, no es hasta la llegada de los romanos a la península, en el siglo II a.C., cuando comienza la verdad expansión del olivo, especialmente en la zona del valle del Guadalquivir. En ese momento se empiezan a edificar las primeras almazaras que darían origen a lo que más tarde se conocería como el ‘’oro del mediterráneo’’. Aquí es donde se engendra la verdadera infraestructura que hoy siguen vigente.

No es casualidad que Andalucía sea la comunidad que más aceite de oliva produce. Todo ello es gracias a la llegada de los árabes a la península ibérica, durante la época de Al-Ándalus. Aprovecharon el cultivo del olivo, convirtiendo el aceite de oliva en uno de los ingredientes más valiosos de su cocina.

Sin embargo, esta tendencia perdió fuerza en el resto de Europa. Pues muchos países del norte renunciaron a este producto por su estrecha relación con el Imperio Romano, quedando delimitada su zona de influencia al ámbito mediterráneo.

Ya en la España de los Reyes Católicos, se produce la expansión del aceite de oliva hacia otras partes del mundo. Al cruzar ‘’el charco’’, con la colonización, el cultivo del olivo y la producción del aceite de oliva alcanza tierras americanas, ocupando lugares como California o Chile.

Como has podido leer, tanto el cultivo del olivo como la producción del aceite de oliva han acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Ya sea como producto de limpieza, como medicamento natural o para aplicar en la cosmética, no hay duda de que se trata de un producto único que ha conquistado a medio mundo hasta nuestros días.

¿Y en la cocina? Este ‘’oro del mediterráneo’’ es un alimento que potencia de manera excepcional el sabor de todas nuestras comidas. Desde ensaladas, guisos, cremas, frituras e, incluso, postres, cualquier plato requiere de este ingrediente estrella. Si tú también quieres integrarlo en tu dieta, no te quedes aquí y descubre cómo hacerlo en el recetario de Valle de las Monjas.