El aceite de oliva no ha recibido la denominación de oro líquido solo por su distinguido color. Sus innumerables propiedades (cada vez se descubre alguna nueva) hacen de él un recurso de lo más socorrido en diferentes situaciones. Conoce, pues, las propiedades del aceite fuera de la cocina.
Propiedades del aceite de oliva
Evidentemente, no podremos evitar mencionar alguna que otra propiedad en la cocina, pero intentaremos mantenernos a cierta distancia.
Antiinflamatorio natural
El oleocanthal es un antiinflamatorio natural que puede prevenir la inflamación crónica, las enfermedades vasculares e, incluso, el Alzhéimer. De ahí su uso y recomendaciones en pacientes con procesos de inflamación. De hecho, es probable que alguna vez te lo hayan recomendado para bajar el enrojecimiento de los granitos de la cara.
Tratamiento ótico
Entre sus propiedades medicinales, tenemos el tratamiento ótico. Tradicionalmente, el aceite se ha utilizado para destaponar el oído o para luchar contra la otitis. Únicamente hay que dejar caer unas gotitas de aceite en el oído afectado y dejar que el líquido penetre; así se eliminan tapones de cera y se desinfecta el conducto.
Tonificante muscular
El aceite, mezclado con manzanilla, ajo u otras plantas aromáticas sirve como relajante y cosmético natural, pero también actúa como tonificante muscular, ya que activa las fibras a las que llega. Los luchadores y deportistas en griegos y romanos de la Antigüedad lo utilizaban a menudo antes y después de cada entrenamiento.
Acondicionador natural
Esto ya lo mencionamos en nuestro artículo sobre el aceite de oliva como tu aliado para el verano, pero aquí te lo recordamos. Una mascarilla de aceite antes de lavarte el pelo, protege del sol y lo nutre para que crezca suave y fuerte.
Jabón
Seguramente has oído alguna vez a tu madre o a tu abuela decir que el mejor jabón es el que se hace con aceite: hazlas caso.
La saponificación (proceso químico mediante el cual se produce el jabón) requiere de grasa con un pH elevado para conseguir generar el producto de limpieza por antonomasia.
El jabón resultante es ideal para quemaduras y heridas cutáneas porque no permite la vida de bacterias ni otros microorganismos en su interior, de ahí sus propiedades higienizantes.
Conservante ideal
Para terminar, volvemos a la cocina. El aceite es un conservante de primera categoría. Tanto si quieres conservar carnes, quesos, pescados, prácticamente lo que quieras, el aceite es la mejor opción.