¿Cuántas veces has querido freír unas patatas, unas torrijas, o lo que sea, y se te han quedado aceitosas o, por el contrario, quemadas? La temperatura del aceite es muy importante si quieres que una fritura quede como debe, por lo que en este artículo vamos a hacer unas breves aclaraciones para que la próxima vez, hagas lo que hagas, el plato quede perfecto.
¿Es bueno freír los alimentos?
Es cierto que la fritura supone un aumento de las calorías. Pero no te preocupes, al freír con aceite de oliva aumentan las grasas monoinsaturadas (que son las que del colesterol bueno HDL) y disminuyen el colesterol malo (conocido como LDL).
Las frituras con aceite de oliva
De todos los aceites utilizados para frituras, este es el mejor; ya que no conlleva un aumento muy elevado de las calorías en los alimentos, puesto que no penetra en ellos (solo impregna la superficie).
Como tiene una gran resistencia al calor, es muy difícil que libere algún tipo de sustancia tóxica; lo cual es un añadido que hace del aceite de oliva la elección ideal para este tipo de cocciones.
¿Cuál debe ser la temperatura del aceite?
Todo depende del tipo de alimento que vayas a freír. Mientras que en vegetales la temperatura del aceite deberá ser menor; en otro tipo de alimentos, o frituras, deberemos tenerlo mucho más caliente.
No obstante, y para no llevarte a error, vamos a darte unas sencillas guías:
- Vegetales y alimentos con mucha agua en su interior o alimentos con cierto grosor: La temperatura ideal es 140º C.
- Para alimentos precocinados o rebozados: 160º C.
- Cocciones rápidas (o alimentos pequeños): 180º C.
¿Cómo saber a qué temperatura está el aceite?
No hace falta comprar un termómetro especial para averiguarlo, podemos hacerlo con un sistema más rudimentario pero perfectamente fiable.
¿Cómo? Con una miga de pan:
- Si echas la miga y esta no se hunde, pero sí se fríe, es porque tenemos el aceite a unos 190º C. Ten cuidado, porque esta temperatura está muy cerca del límite y el aceite se te puede quemar.
- En caso de sumergirse y volver a subir a la superficie; felicidades, tiene la temperatura perfecta: 180º C.
- Si la miga se hunde, pero sube lentamente; está a 160º C.
- Y si cae y si se queda en el fondo de la sartén, tienes una temperatura baja; alrededor de los 150º C.
Las claves ya las tienes, ahora solo te queda practicar hasta dar controlarlo sin problemas.
No obstante, si prefieres no arriesgarte y caminar sobre seguro; te recomendamos que te pases por nuestro recetario o el de La Abuela Marga, para conocer las elaboraciones con las que triunfarás cada vez que pises la cocina.